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Cómo una película educativa contribuye a mejorar la calidad de los cereales en África Occidental

Cómo una película educativa contribuye a mejorar la calidad de los cereales en África Occidental

Además de entretener, la ficción también pueden educar. Este es el caso de una serie que, en algunas poblaciones de África Occidental, está contribuyendo a mejorar la calidad de los cultivos.

Cosechas afectadas por la micotoxina

En África Occidental, algunos cultivos están afectados por la micotoxina, un veneno producido por un hongo muy difícil de eliminar una vez introducido en la cadena alimentaria. Comer alimentos que estén contaminados por la micotoxina puede causar problemas de salud e incluso ser mortal.

En 2007, en Ghana y Nigeria, Nestlé tuvo que rechazar casi la mitad de los cereales cultivados en la zona y suministrados a sus fábricas porque contenían altos niveles de micotoxina. La empresa se vio obligada a importar cereales para suplir esa carencia. Eso llevó a un aumento de los precios y las comunidades afectadas sufrieron grandes pérdidas económicas. Muchos agricultores que cultivaban maíz de baja calidad fueron desplazados del mercado. Y en los casos en los que dependían de sus propios cereales para comer, corrían un grave riesgo para su salud.

Una campaña informativa

El problema se basaba en la falta de conocimiento sobre cómo minimizar el efecto de la micotoxina. Por tanto, la solución obvia era realizar algún tipo de campaña informativa sobre cómo coneguirlo. Junto con otros colaboradores de los gobiernos de Ghana y Nigeria, y con el Instituto Internacional de Agricultura Tropical, Nestlé organizó el proyecto Grains Quality Improvement para mejorar la calidad de los cereales y las prácticas agrícolas.

El proyecto se centraba en mejorar la calidad y la seguridad de los cereales producidos. Por ello, se animó a los agricultores a asistir a las clases. La información existía, los maestros eran buenos, pero no se consiguió convencer a suficientes agricultores para que fueran a aprender. De esta manera, los profesores empezaron a visitar a los agricultores en los campos y les llevaron a ver plantaciones que producían buenas cosechas y un maíz de calidad. Luego les mostraron cosechas estropeadas. El contraste ayudó a demostrar los beneficios de unas prácticas agrícolas adecuadas.

Un ciclo de películas educativas

Pero todavía se necesitaba más concienciación sobre el problema, una forma de educar a todos los miembros de la comunidad. Y ahí es donde intervino la serie. Por las noches, a cada población llegaba un cine itinerante con una ficción que reforzaba los mensajes que los agricultores habían recibido durante el día.

Ocho años después del lanzamiento del programa de formación, los resultados son asombrosos. El índice de rechazo de cereales a la puerta de la fábrica se ha desplomado de un 50% a tan solo un 2%, lo que significa unos mejores ingresos para los agricultores, la reducción de los riesgos sanitarios para ellos y sus familias y un suministro fiable y sostenible de cereales de producción local para las fábricas.

Una nueva colaboración

El proyecto ha tenido tanto éxito que Nestlé ya ha anunciado una nueva asociación con la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la ACDI/VOCA como parte del proyecto Feed the Future para difundir unas buenas prácticas agrícolas en Ghana.

Esta iniciativa conjunta ayudará todavía a más agricultores a cultivar cereales de mayor calidad al compartir técnicas para el cuidado, recogida y almacenamiento de las cosechas.

De nuevo, los cereales de alta calidad que se produzcan podrán venderse a empresas como Nestlé además de constituir una alimentación segura para los propios agricultores.

Una mejora de la calidad de vida de los agricultores

Cerca de 50.000 agricultores ghaneses y sus familias han aprendido ya los peligros de las micotoxinas y cómo prevenirlos.

Samata Alidu, que vive en Gushie, un pueblo del norte de Ghana, declara que la diferencia ha sido enorme. “Ahora puedo pagar la escuela de mis hijos y permitirme coserles los uniformes. Y todavía me quedan unos ingresos adicionales.”

Ha duplicado su producción de maíz y suprimido los desperdicios. “El impacto sobre nuestra comunidad ha sido inmenso”, afirma.