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Proyecto Solís Responsable

Comprometidos con la nutrición, el cultivo local y el medioambiente
Proyecto Solís Responsable

Con nuestra marca de tomate frito Solís, promovemos la iniciativa Solís Responsable, el compromiso con la nutrición, el cultivo local y el medio ambiente.
Desde el punto de vista nutricional, nos preocupamos por ofrecer productos equilibrados para ti y los tuyos, con un sabor 100% natural, en su punto de sal y sin conservantes.
Considerando el cultivo local, todos nuestros tomates proceden de los cultivos de la Vega del Guadiana, Extremadura, un entorno ideal para el cultivo del tomate por su climatología y las condiciones de la tierra.

Logotipo de Solís Responsable  

Madurados al sol, los tomates se recolectan en su punto óptimo de madurez y se trasladan para ser procesados inmediatamente en la fábrica de proceso en la propia Vega del Guadiana. En nuestra planta de Miajadas (Cáceres), en la Vega alta del Guadiana donde trabajan unas 90 personas, se elaboran todas nuestras salsas, fomentando empleo directo e indirecto para la zona.

 

Y para minimizar el impacto en el medioambiente, desde 2014 todos nuestros tomates se cultivan bajo la Norma de Producción Integrada de la Comunidad de Extremadura desde el campo hasta nuestra fábrica, y hemos obtenido el certificado de conformidad por parte de empresas externas acreditadas por la Junta de Extremadura para esta norma. Ello significa que obtenemos productos agrícolas de alta calidad mediante el uso de métodos y prácticas que respetan el medioambiente con el objetivo de asegurar una agricultura sostenible a largo plazo.
¿Cuáles son estos métodos?

  • Se abonan los campos en función de las necesidades del tomate y los análisis del suelo y se deja descansar la tierra de manera cíclica, con rotación de cultivo. Esta práctica permite una reducción promedio del 16% de uso de fertilizantes
  • Para el control de plagas y enfermedades, estamos comprometidos con un proceso más natural en los cultivos que permita conservar la flora y la fauna de su entorno ambiental. Por eso, se aplican prácticas de control integrado de plagas, que permiten una reducción de un 21% de uso de pesticidas
  • Para usar el agua de riego en el cultivo de tomate deforma eficiente, fomentamos el uso de sensores que controlan la humedad del suelo y determinan las necesidades de agua en cada etapa del ciclo de cultivo. Con ello, hemos conseguido que los agricultores reduzcan un promedio del 12% en el uso del agua de riego. Gracias a los esfuerzos realizados en los últimos 4 años, hemos ahorrado más de 687 millones de litros de agua por la aplicación de las prácticas de cultivo sostenible

Todos estos esfuerzos se unen a los que se realizan en la propia fábrica de Miajadas para minimizar el impacto medioambiental de nuestra actividad, donde se ha alcanzado un resultado de cero residuos a vertedero en 2016, además de la reducción del uso del agua y energía, que proviene en su integridad de fuentes renovables